La palabra proteína proviene de la idea de que las proteínas son el centro de la vida y su principal nutriente. Las vitaminas – vita de vida y amin de proteína – adquirieron su nombre de la idea equivocada de que los aminoácidos, las unidades estructurales de las proteínas, eran el componente esencial para mantener la vida.
Las proteínas se encuentran tanto en alimentos animales como vegetales, pero la mezcla de aminoácidos – las unidades estructurales de las proteínas que se encuentran en los diferentes recursos – pueden variar. Como resultado, hay 21 aminoácidos comunes, incluyendo 12 aminoácidos no esenciales y 9 aminoácidos esenciales. Los aminoácidos esenciales son aquellos que no pueden ser sintetizados por otro aminoácido, pero debe ser consumido en la dieta. Los aminoácidos no esenciales son formados, comúnmente, por el metabolismo o por otros aminoácidos. Todos los aminoácidos tienen una estructura básica de un alfa amino nitrógeno y un ácido carboxílico.
El mantener la cantidad de proteína necesaria en los músculos y los órganos es esencial para la vida y su principal objetivo es la adaptación a la inanición. De hecho, la pérdida de más del 50 por ciento de la proteína corporal es incompatible con la vida. La proteína es almacenada en los órganos directamente.
La importancia de las proteínas
Existe evidencia de que aumentar modestamente la proporción de proteína en la dieta, mientras se controla el consumo total de calorías, podría:
Existe evidencia de que aumentar modestamente la proporción de proteína en la dieta, mientras se controla el consumo total de calorías, podría:
- Mejorar la composición corporal.
- Facilitar la pérdida de grasa.
- Apoyar el mantenimiento del peso corporal después de la pérdida de peso.
Retención de grasas
La humanidad está adaptada a la mala nutrición y la inanición, y esta adaptación se refleja tanto en la manera de cómo el cuerpo almacena energía como en la manera que la usa cuando se reduce o elimina completamente el consumo de alimentos. En promedio un hombre que pesa 70 kilos (154 libras):
La humanidad está adaptada a la mala nutrición y la inanición, y esta adaptación se refleja tanto en la manera de cómo el cuerpo almacena energía como en la manera que la usa cuando se reduce o elimina completamente el consumo de alimentos. En promedio un hombre que pesa 70 kilos (154 libras):
- Conserva la mayoría de sus calorías almacenadas en forma de tejido adiposo – alrededor de 135,000 calorías* almacenadas en 13.5 kilos (30 libras) de tejido adiposo.
*Una caloría en términos dietéticos significa 1,000 calorías o una kilocaloría, pero para simplificar la llamaremos simplemente caloría. También podrá ser encontrada como “Caloría” con C mayúscula).
Este almacenaje se puede expander enormemente con el tiempo en caso de sobre nutrición en personas obesas.
Alrededor de 54,000 calorías están almacenadas en forma de proteínas tanto en los músculos como en órganos, como el corazón y el hígado. Sólo la mitad de estas calorías pueden ser convertidas en energía, ya que agotar más del 50 por ciento del total de almacenamiento de proteínas es incompatible con la vida. Además de ser una fuente de energía, las proteínas juegan un papel muy importante en muchos órganos, incluyendo el hígado, y su agotamiento está vinculado con daños en el sistema inmunológico ante posibles infecciones. De hecho, la causa más común de muerte por epidemias de desnutrición es la neumonía bacterial. La conservación de la proteína es la manera en que el ser humano puede sobrevivir ante una crisis de hambre.
Batidos en reemplazo de comidas y el control de peso
Los estudios muestran que los batidos como reemplazo alimenticio son una manera viable de mantener el peso, concepto aceptado por La Autoridad Europea en Salud Alimentaria, y aumentar las proteínas a alrededor de 30 por ciento de la Tasa Metabólica Basal, calculado por impedancia bioeléctrica, conduce a la mayor pérdida de grasa conservando la masa muscular del cuerpo.
Los estudios muestran que los batidos como reemplazo alimenticio son una manera viable de mantener el peso, concepto aceptado por La Autoridad Europea en Salud Alimentaria, y aumentar las proteínas a alrededor de 30 por ciento de la Tasa Metabólica Basal, calculado por impedancia bioeléctrica, conduce a la mayor pérdida de grasa conservando la masa muscular del cuerpo.