El exceso de cosas que hacer en nuestro empleo a veces hace
que nos olvidemos de cosas fundamentales e importantes como la alimentación.
Estamos todo el rato de un lado para otro y aunque a veces
buscamos esa dieta específica que nos ayude a equilibrarnos o a perder algún kilo
de más, lo más fácil es dedicar un poco de tiempo a cumplir con normas básicas
que podrían mejorar nuestro rendimiento, como por ejemplo no saltarnos comidas,
beber el agua necesaria, etc.
- Hidratación: el agua nunca debe faltar en nuestro cuerpo,
por eso es importante que al día intentemos beber aproximadamente 1,5 litros.
Una clave para ayudarte a beber agua y que no se te olvide, es tener una
botella llena siempre a mano en tu puesto de trabajo.
- Cinco comidas al día: esta es una de las reglas de oro de
los expertos y nutricionistas. Es muy importante tener energías durante todo el
día, y debemos evitar salvarnos alguna de las comidas.
Posiblemente realices en el trabajo el almuerzo de media
mañana, la comida y la merienda. Procura llevarte de casa fruta o lácteos, y
cómelos entre horas. Verás como así aumentarás tu rendimiento y te cansarás
menos.
- Comidas tranquilas:
el momento de comer debes tomártelo como un momento de relax y relajación. Te
servirá para desconectar del trabajo y además poder relacionarte con tus
compañeros.
Bajo ningún concepto no comas delante del ordenador, es un
hábito muy malo que algunas personas tienen y que aunque pensemos nos beneficia
en el trabajo, a la larga nos perjudica.
- Desayuno: es
la comida más importante del día y es fundamental que no nos lo saltemos. Un
desayuno abundante servirá para tener fuerzas todo el día y comenzar con fuerza
la jornada. Organiza tu tiempo para reservar siempre cinco minutos para tu
desayuno.
Comida casera: aunque el trabajo te quite mucho tiempo,
intenta siempre sacar un tiempo para cocinar y llevarte al trabajo la comida
hecha en casa. Si sales a comer a algún bar o restaurante pide comida ligera y
cocinada con poca sal y aceite.
Si haces que tus
comidas no sean pesadas harás mejor las digestiones y no tendrás molestias en
tu estómago durante la tarde.
- Complementar cualquier dieta con un poco de ejercicio es fundamental, y es un hábito que deberíamos tener todas las personas en nuestro día a día. Intenta correr o andar un poco después del trabajo.
Si vas en auto o transporte público a trabajar, al menos haz
un trozo del trayecto a pie. Estar todo el día sentados no es bueno y es
perjudicial para la circulación.
- Aprovecha el tiempo libre para buscar en internet algún
anuncio donde puedas comprar un aparato para ejercicios y así cuidarte un poco
más, haciendo comidas en casa saludables, como ensaladas, caldos o verduras a
la plancha, que apetecen siempre en esta época del año.
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